Friday, September 01, 2006

Escepticismo


Dedicado este post para la suegra de un gran amigo mío, quien practica esta filosofía a todo lo que da. [Extraído del periódico El Norte, del 29 de Agosto del 2006]

Los que todavía protestan por el resultado electoral son dogmátcos. Los dogmáticos no son confiables porque desprecial el uso de la razón. A muchos "pejistas" no habrá manera de convencerlos de su derrota y seguirán con su enfermedad toda su vida. Hay dogmáticos que sin haber podido de mostrar que hubo fraude electoral, están absolutamente seguros que hubo fraude electoral; algunos de éstos dicen que la prueba que hubo un perfecto fraude es que ni siquiera se puede demostrar.

En cualquier actividad de la vida a veces ganamos y a veces perdemos, por muchas razones. Pero hay quienes como niños; no quieren reconocer que han perdido. Todos tuvimos compañeros de clase que cuando reprobaban un examen decían: "yo sí estudié, lo que pasa es que el maestro siempre me ha traído mala voluntad". No aceptar la realidad nos coloca del lado de los dogmáticos.

Para muchos es un sacrilegio lo que voy a decir, pero para mí hay campesinos pobres y lo son porque son dogmáticos; no quieren abandonar sus tierras inhóspitas, no quieren sembrar otras cosas y prefieren seguir igual de pobres. "Yo me iría -me dijo un campesino-, pero no queremos abandonar a nuestros muertitos. "A sus muertitos ustedes les pueden rezar y recordar desde donde sea", y me contestó: "¿Y quién los cuida?". No me contuve y reviré: ¿Cuidar de qué? Y hasta ahí llegó la conversación.

Narro esto porque está sucediendo una actitud muy similar con los dogmáticos que no aceptan su derrota electoral. Por más puentes y descripción de nuevas posibilidades para otras contiendas, que uno transmite a los perdedores en esta ocasión, ellos no aceptan nada de nada. Todavía no les cabe en la cabeza que perdieron sin fraudes electorales. No contemplan que los complots, las mentiras y las calumnias fueron realizadas por los tres principales contendientes. Pero los votos se contaron y hubo errores, claro, pero no hubo fraude.

Cuando existe un candidato que siempre ha estado seguro que iba ganando por 10 puntos de diferencia porque así lo engañaban sus secuaces, presenciamos a un enfermo dogmático envilecido por el poder.

El dogmatismo desgraciadamente abunda en muchos campos de la actividad humana; hay fanáticos Rayados o Tigres que no aceptan ninguna crítica; hay panistas que se sienten tocados por la divinidad; hay católicos perfectos; hay ricos que se creen merecerlo, hay nacionalistas que consideran que nos robaron a Texas. En fin, el dogmático posee un juicio absoluto.

¿Cuál es el remedio contra el feroz dogmatismo? Para mí el mejor remedio es tener ganas de aprender más y dosificar la vida con un poco de escepticismo.

El escepticismo es una corriente filosófica que proclamó Pirrón de Elis unos 300 años antes de Cristo. Pirrón llegó al extremo de no creer en nada porque los hombres vivimos en el mundo de las apariencias y por lo tanto nunca estamos seguros ni de la verdad nid e la falsedad de nada. Algunos escépticos pensaban que ni siquiera podían decir que su filosofía era la correcta.

Ese escepticismo antiguo y extremo fue también una patología o enfermedad cognitiva. Sin embargo, ya se comienza a explorar lo saludable que es contar con cierta actitud escéptica para mantener nuestra mente abierta y evitar caer en dogmatismos. En política, un buen liberalismo requiere de un moderado escepticismo para estar siempre alertas y no caer bajo el control de ningún líder avasallador.

Enrique canales

2 Comments:

At Wednesday, September 06, 2006, Blogger : ) said...

Siempre aprendo de tí !

 
At Wednesday, September 06, 2006, Blogger El Negro said...

Eso es lo importante, gracias por visitar este tu blog.

 

Post a Comment

<< Home