Del Combustible Personal

Hace unos años, me tocó ver en las olimpiadas de Atlanta en el '96 a un atleta negro del equipo norteamericano en pruebas de atletismo, específicamente el salto de altura. Las cámaras hacen un close up al atleta y se nota que está concentrándose para el salto, pero está hablando consigo mismo, el audio (valga la rebuznancia) es inaudible, pero puedes ver cómo se dice cosas positivas, cómo se alienta, cómo empieza a cargar energía, a generar momentum espiritual, luego empieza luego a aplaudirse, se grita algo así como "you can do it!", "c'mon!", puedes ver que su coraje sobrepasa por mucho a sus miedos internos, emprende veloz carrera hacia la barra horizontal... y efectúa un salto limpio.

Para su segundo salto las cámaras están sobre él debido a su peculiar modo de cargar energía, repite su animación, su letanía, el aplauso intenso, su veloz carrera y libra su segundo salto sin falla.

Para el tercer salto Charles Austin se coloca en posición, anuncian su tercer salto, levanta el rostro hacia el público y se deja oir el standing ovation, sonríe, levanta los brazos en gesto de give me some lovin' people! give me some powa'! Captura toda esa energía positiva, repite una súper animación, se aplaude, impulsa poderosa carrera y en su tercer salto rompe el récord olímpico saltando 2.39 metros (el récord olímpico en 1996). Eso le valió la medalla de oro para los Estados Unidos.

¿¿Qué clase de combustible personal es ése?? ¿Dónde se consigue? ¿Cómo se consigue? ¿Quién lo proporciona? ¿Qué puedo lograr con ese combustible?

La respuesta la encontré en mi mismo. En lo que creeo.

Henry Ford dijo: "Si piensas que puedes, o piensas que no puedes; en ambos casos tienes toda la razón"

Muchas veces he escuchado la frase "¡Te mamas tu solo! ¡Tú solito te echas flores!" y me lo aplican en tono de burla, como si eso no fuera válido, como si fuera tabú echarse porras uno mismo. Damas y caballeros... eso se llama autosugestión, o automotivación, y es en extremo una herramienta poderosa para alcanzar tu metas.

Es gratificante escuchar algo positivo de alguien más, pero es más motivante y poderoso escucharlo de uno mismo, con convicción, una y otra vez. Así que decidí empezar a motivarme a mí mismo, como si hubiera dentro y fuera de mí un Consultor en Desarrollo Personal que me estuviera jodiendo el frito para hacer las cosas, levantarme temprano, aprovechar el día, hacer las llamadas telefónicas necesarias, vencer obstáculos, liquidar mis miedos y temores, dejar de tirar hueva y desidia por doquier.

Es escuchar a alguien que me grita, y encima me patea el trasero. Pero después de la patada te dice: "recuerda, una patada en el trasero es siempre un paso para adelante".

Esta es la manera en que me motivo (al menos es una parte), con frases que me levantan, me mueven, me alientan, y las tengo por toda la casa...

Pregúntate qué es lo que te mueve, qué eres capaz de hacer, qué esperas de tí mismo...

Pregúntate
¡QUÉ QUIERES!

Nada es imposible...

Éste... es mi combustible personal.