Friday, March 03, 2006

Hogar Dulce Hogar

Siempre me han asustado las casas viejas, sobre todo las casas viejas y abandonadas.

Me imagino que escucho voces, voces de gente que vivió y que murió allí. Como si esas casas murmuraran rencores guardados contra esas personas que osaron abandonarlas y descuidarlas. Por eso piensan y maquinan venganzas para desquitarse con todos los que entren.

Veo la casa derruida. Si entro y permanezco unos momentos y cierro los ojos puedo escuchar voces, gritos, maltratos, cólera, golpes, lágrimas. La casa alberga todos esos sentimientos negativos, ninguno positivo. Es una casa enojada cuya ira se ceba en la tristeza y en el rencor. Fue una casa que ya nadie más quiso.

¿Por qué los habitantes dejaron esta casa? ¿Qué razones tuvieron para dejarla en completo abandono?

Puedo imaginarme innumerables razones, buenas y malas, para haber dejado esta casa a su suerte.

Ahí donde los niños y los padres dejaron de obrar, el viento, la lluvia, el polvo y el sol hicieron de las suyas, lamiendo, mordiendo y socavando el cuerpo y el alma de esta casa hasta dejar sólo una cáscara grotesca y amarga, refugio de malos recuerdos y de fantasmas... fantasmas que sólo existen en mi imaginación, pero quienes habiendo abusado del tiempo y de la degradación de las tejas del techo han abierto un agujero en el techo sobre mi cabeza justo donde estuve parado... Me han invitando a quedarme con ellos y no me pude rehusar.

Siempre me han asustado las casas viejas, sobre todo las casas viejas y abandonadas, pero ya no más. No estoy solo. Escucho voces, voces de gente que pasó por aquí y murió aquí...

2 Comments:

At Thursday, March 09, 2006, Blogger Butterflies-IntheSky said...

Y todo lo contrario mon ami, a mi me encantan las casas viejas.
Las casas antiguas tienen el poder de evocarnos recuerdos desde los rincones más insospechados de nuestra mente.
Nos ayudan a platicarles historias que ya no recordábamos y nos enseñan a escuchar sus historias. Tienen la cualidad, por haber sido abandonadas, de presentarnos imágenes de lo que "pudo ser" si alguien no las hubiera abandonado.
Tienen el poder de decirnos quien vivió ahí y posiblemente incluir porqué vivió ahí y hace cuánto se fue.
En definitiva, las casas viejas me provocan nostalgia, ese infinito sentimiento dulzón que se asoma en una lágrima y se resume en el abrazo amistoso de la añoranza.

 
At Wednesday, July 12, 2006, Blogger : ) said...

Y si es todo lo contrario ? si esa soledad y ese silencio piden ayuda para volver a ser , luz y alegría ? las casas viejas me traen recuerdos .

 

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