Vuelve el Negro Sobre Ruedas!

Sí, finalmente me encontré una buena bicicleta, que se ha convertido en mi medio de transporte, tengo que hacerle ciertas modificaciones para hacerla más cómoda (por ejemplo, cambiarle el asiento que es más duro que el corazón de un banquero regio).

Pagué la bicoca de 40 dls canadienses por esta preciosidad y, aunque en la foto no se note, es una Harley Davidson.

No más ampollas en las patas por tanto caminar. Eso sí, espero que no me salga alguna hemorroide por no quererme bajar de las ruedas con el méndigo asiento duro.

Es padre volver a sentir el viento en el rostro mientras descubro lo bello que es Vancouver. El sentimiento de libertad es como pocos. Además, es buen ejercicio. Sé que estoy bajando de peso y en poco tiempo me pondré como en mis mejores tiempos.

Auguro que volveré con todo y Speedo, ahora sí, puesto como Dios manda... (los chicos del Fin de Semana Mágico de la Felicidad saben de qué estoy hablando).

Saludos a todos en México...